EDITORIAL: La Seguridad Social como derecho fundamental
El pasado jueves 20 el presidente de la República, Gabriel Boric, encabezó la promulgación de la reforma de pensiones, uno de los proyectos emblemáticos de su administración y que ha generado el beneplácito y la conformidad de gran parte del espectro político. Una reforma que como CONFEDEPRUS vemos que no reforma nada, ya que se trata solamente de un ajuste financiero que beneficiará principalmente a las administradoras privadas de las pensiones de los trabajadores y las trabajadoras de Chile, incrementando sus ya millonarias ganancias a costa de los escasos beneficios para los y las cotizantes, que en el caso principalmente de las mujeres deberán sortear diferentes requisitos para poder acceder a ellos, manteniéndose pensiones bajo el sueldo mínimo incluso bajo la línea de la pobreza. Por ello, mientras no exista una reforma que elimine el sistema de capitalización individual en Chile no habrá reforma real de nada, ya que la mantención de la lógica de la capitalización individual y su administración no mejorará las tasas de reemplazo para los pensionados y las pensionadas, debiendo el Estado mejorarlas a través de subsidios que no aseguran ser suficientes, menos para las pensiones futuras, ganando solo las AFP’s.
Pero más allá de los aspectos técnicos, cifras y porcentajes que se esgrimen en favor de esta reforma que consolida el actual modelo de pensiones, como gremio de trabajadores y trabajadoras de la Salud Pública de Chile y en conjunto con otros gremios y fuerzas sociales nos oponemos a este maquillaje, que no altera en nada el fondo del problema, postergando la crisis previsional y fortaleciendo a las AFP’s, a pesar de las repetidas veces que la ciudadanía ha demandado terminar con un sistema que ha mostrado ser un absoluto fracaso después de más de 40 años de ejercicio y falsas promesas. Modelo que ha mantenido bajas pensiones, desigualdad, falta de solidaridad, altos costos de administración, riesgos de inversión, etc.
No queremos más cambios en la medida de lo posible, por lo que seguiremos en el requerimiento de cambios estructurales. No puede ser que el Estado salve el negocio privado de las isapres y las AFPs y no pueda hacerse cargo de lo público, de la seguridad social de la población. Por esto, exigimos se replantee la reflexión sobre el tema de forma integral y se encamine al país hacia un sistema basado en el Derecho fundamental de la Seguridad Social. Como CONFEDEPRUS creemos irresponsable la decisión de insistir en un sistema que muestra su incapacidad para pagar pensiones suficientes, por lo que no podemos más que rechazar este proyecto de ley y hacer el llamado a la marcha nacional de este 30 de marzo para que una vez más se escuche fuerte y claro lo que queremos la gran mayoría de los chilenos y las chilenas.