EDITORIAL: Deudas pendientes
El próximo sábado 1 de junio se llevará a cabo la tradicional cuenta pública presidencial, en la cual el presidente Gabriel Boric rendirá cuentas al país sobre el estado administrativo y político de la nación. Un estado de avance que respecto de sus compromisos con los trabajadores y las trabajadoras de Chile permanece estancado, con un bajo, por no decir nulo, nivel de cumplimiento, en especial con los equipos de Salud de la Red Asistencial pública. Realidad de la que como gremio del sector hemos sido testigos directos, recibiendo un trato displicente e irrespetuoso por parte de las autoridades de gobierno, que no han tenido la voluntad política de cumplir sus compromisos de campaña.
Habiendo transcurrido más de la mitad del gobierno, la verdad es que las señales que hay respecto de lo que queda no son positivas, toda vez que ante este alto nivel de incumplimiento no se ve ninguna intención de ponerse al día con los trabajadores y las trabajadoras de la Salud Pública del país, quienes sostienen el sistema, sino todo lo contrario. Vemos al ministro de Hacienda, Mario Marcel, diciendo ahora que “las prioridades y los compromisos cambian” al ser consultado por las promesas de campaña del presidente Boric y las posibilidades de que el Ejecutivo pueda cumplir con su programa o si se dejarán algunas fuera, dejando con ello de lado a los trabajadores y las trabajadoras de la Salud y no sólo eso, sino al sistema y la calidad de atención de sus usurarios y usuarias, que conforman el 80 % de la población.
Hace unos días fue precisamente el Primer Mandatario quien señaló que esta cuenta pública 2024 sería la última instancia para poder poner metas dentro de su gobierno. “Nosotros a estas alturas ya tenemos mucho que contar respecto de lo que hemos cumplido y tenemos que seguir cumpliendo, y en la Cuenta Pública vamos a dar cuenta de ello”, señaló en la prensa. Sin embargo, como CONFEDEPRUS creemos que más que contar lo que se ha cumplido, el gobierno debe dar explicaciones sobre lo que no se ha cumplido aún y que es la mayor parte de su programa, apenas un 31% según un estudio de Ciudadanía Inteligente, siendo Salud el segundo sector más perjudicado con estos incumplimientos, llegando apenas a un 19% la materialización de los compromisos y quedando pendientes materias como Encasillamiento y Carrera Funcionaria. Puntos que resultan claves para la garantía de un trabajo decente a partir del cual la Salud Pública pueda verse fortalecida desde su fuerza de trabajo, reconocida por la propia ministra Aguilera en su cuenta pública del pasado miércoles al señalar que los resultados positivos en Salud han sido gracias a sus trabajadores y trabajadoras, a quienes sin embargo se nos ha dejado de lado.
Por lo mismo, y de acuerdo a lo expresado por el presidente Boric, cabe preguntarse si dentro de las metas que dice que deben ponerse de aquí hasta el final de su gobierno está el cumplir con los trabajadores y las trabajadoras de la Salud Pública Centralizada de Chile, que sustentan el sistema donde se atiende el 80% de la población, quienes sentimos que sus promesas de campaña y de programa de gobierno han sido una verdadera estafa no sólo para quienes trabajamos en esta área del sector público, sino también para sus millones de usuarios y usuarias, poniendo siempre como excusa la falta de plata para poder financiar y entregar los recursos necesarios, pero que sin embargo vemos cómo se destinan para subsidiar a la empresa privada, como ha pasado con las ISAPRES. No se trata, en consecuencia, de un problema de recursos, sino de prioridades y falta de voluntad política, ante lo cual como gremio de la Salud Pública del país seguiremos luchando, por los derechos laborales de nuestras y nuestros profesionales y el derecho a la Salud de la población.
