EDITORIAL: Reforma de pensiones como determinante social del buen vivir
Desde hace unos días se viene debatiendo la tramitación legislativa de la reforma previsional dentro del espacio de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados y Diputados, la que recientemente aprobó diversas modificaciones, visando artículos relacionados con término de las AFP y la reestructuración de la industria previsional. Un debate que se ha extendido en el tiempo, dilatándose ante posturas obstruccionistas de una oposición que insiste en la defensa para mantener el sistema actual, el cual como es sabido entrega pensiones de miseria a millones de chilenos y chilenas a cambio de ganancias que año a año se incrementan para estas administradoras a costa de la desposesión de los ahorros de las personas.
Las pensiones para la vejez tienen que ver con el concepto de seguridad social, que supone la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes del trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia. Todo esto, para un buen vivir de la población, con derechos sociales básicos garantizados. En este sentido, la seguridad social resulta fundamental para generar determinantes sociales que permitan mejorar los estándares para una calidad de vida digna y decente.
Como CONFEDEPRUS, siempre hemos sostenido que el concepto de Salud no sólo se refiere a la ausencia de enfermedades, sino también y principalmente a otros determinantes que inciden en la calidad de vida de las personas, como las condiciones ambientales de algunos territorios impactados por labores industriales de explotación, con graves afectaciones que transforman a comunidades enteras en zonas de sacrificio, así como también otros determinantes relacionados con Educación, Vivienda y Pensiones, por lo que el poder terminar con las AFP para conquistar un sistema previsional público representa un impulso determinante en la recuperación de todos los derechos que comprende la Seguridad Social, además de ser uno de los determinantes sociales relevantes para la Salud a partir de lo que es un buen vivir, que entregue mejores pensiones a los actuales y futuros pensionados, con un sistema previsional y de seguridad social que ponga en el centro el derecho a vivir con dignidad.
En esta línea, hemos estado siempre comprometidos y comprometidas en poder terminar con las AFP, que por tantos años han precarizado a los trabajadores y las trabajadoras de Chile, por lo que también hemos exigido celeridad en la tramitación del proyecto de ley de reforma de pensiones que permita avanzar con urgencia en una real reforma de pensiones y terminar con este negocio. Por ello, es necesario poder avanzar en este tema, legislando en favor de los millones de chilenos y chilenas mayores que se encuentra en una situación de precariedad, en muchos casos de abandono, soledad y vulnerabilidad, en definitiva, de manera de hacer más digna la vejez en nuestro país.
No podemos seguir aceptando que el negocio de las AFP siga precarizando día a día nuestras vidas y nuestra vejez. Los grandes grupos empresariales siguen enriqueciéndose a costa del pueblo, las trabajadoras y los trabajadores siguen empobreciéndose y recibiendo pensiones de miseria, por ello necesitamos un verdadero sistema de seguridad social que dignifique las pensiones de millones de chilenas y chilenos, a través de una reforma que represente un determinante social para un buen vivir.