Ineficacia casual versus políticas de un narcotráfico de bienestar
Francisco Hernández Suárez
Secretario Base Fedeprus Hospital Casablanca
Administrador Público Universidad de Valparaíso.
Estudiante segundo año de Derecho Universidad Viña del Mar.
Está claro que el gobernante quiere la desesperación de la ciudadanía, ya que les permite actuar con mayor libertad, sin una mirada crítica de la población. Varias son las situaciones que reflejan lo señalado; en este caso, sólo se podrán abordar algunos ejemplos, tales como la solicitud de Argentina de territorios en Campos de Hielo, lo que nos indica que nunca el vecino país andino nos ha visto como hermanos latinoamericanos. Si los argentinos inician estas solicitudes hoy, mañana serán Perú y Bolivia.
El cuento latinoamericano no existe, está claro que los objetivos de Perú y Bolivia son recuperar territorio y se unen al de Argentina para tener salida al Pacífico. Ahora, muchos pueden decir que no importa ya que nada es nuestro, pero esto puede tener consecuencias, costos de vidas, ya que internamente en Chile el ejército saldrá a combate y el narco se posicionará en la ciudad y saldrá de la periferia, lo anterior se puede traducir en un conflicto civil armado en tierra de nadie.
Al parecer, los honorables no saben que el narco está desde el año 80, permito recordar que en la época de la dictadura comenzó el ingreso de la cocaína y pasta base en la poblaciones periféricas sustituyendo a la marihuana, siendo un tema tratado en el mundo académico, ya que existen variados artículos, tanto del organismo panamericano de la salud relacionados a drogas y salud mental que aluden al tema del consumo y muerte de la juventud debido a la pasta base en barrios marginales, como también artículos del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol.
Ambos organismos indican la protección del narcotráfico por parte la comunidad en las poblaciones periféricas del gran Santiago, por lo cual resulta impresentable decir que las autoridades se enteran hoy de esta realidad. La duda es por qué las autoridades de voto popular desconocen esta verdad, si cada 4 años o cada campaña política un grupo importante de los honorables contrata a narcos y a delincuentes para sus campañas, es conocido el caso de “Kramer” y “Pancho Malo”, ambos barritas procesados por la Ley de Seguridad de los Estadios, los cuales eran principales activistas de campañas políticas vinculadas al sector más conservador de nuestro país.
Chile pagará la incompetencia del Gobierno y de un Estado que han entregado al narco el diseño de un clientelismo e individualismo en virtud de construir políticas públicas que caminen a la consolidación de un Estado de Bienestar.
La captura del Estado, individualismo y la entrega de derechos consagrados al mercado por sectores políticos, provoca que no sea relevante que las autoridades tengan desconocimiento de la realidad del país. Llamativa fue la reciente declaración del actual Ministro de Salud, el señor Jaime Mañalich, el cual señaló no conocer la realidad del sector vulnerable de la población, comentario no acorde a un cargo como el que desempeña actualmente. En este sentido, la duda es: ¿no se enteró del estallido social?, ya que pareciera ser que un sector de la sociedad no se percató que su causa fue la desigualdad social; por ende, es impresentable señalar que tuvo desconocimiento del nivel de pobreza y hacinamiento de la población. ¿Cómo es posible que una persona que está a cargo de la salud de nuestra ciudadanía, no tenga claro cuál es la realidad de su población objetivo?
Lo anteriormente expuesto deja en evidencia que las políticas de prevención para enfrentar la pandemia no fueron hechas para la mayoría de los chilenos, si no sólo para el sector Oriente y más acomodado de nuestro país. Hoy estamos mal como sociedad, ya que cambiamos construcción de políticas públicas por la narco-ayuda o por un show mediático, lo que se observa en la calidad de televisión que se encuentra al alcance de la mayoría de la población, el reality de las cajas de mercadería y la justificación de los medios aludiendo al pobre sector empresarial que no tiene medios para funcionar, pero sí para repartir utilidades y aprovecharse de una ley a la medida como es la ley de protección del empleo.
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