EDITORIAL: La movilización social debe marcar presencia este 2025
El año que inicia llega con varias noticias respecto de temas tanto de corte presupuestario para la nación como de reajuste para el sector público, además de otros como reforma de pensiones y, en general, diversos incumplimientos con los trabajadores y trabajadoras del país por parte de un gobierno que, a más de la mitad de su camino, cambió las prioridades comprometidas en su campaña y programa, dando la espalda a las fuerzas sociales que apoyaron de manera decisiva su llegada a La Moneda en 2022. Dentro de este contexto de promesas incumplidas y de campañas presidenciales para las elecciones de fines de 2025, el año que se avecina arrastra diversas deudas pendientes ante las cuales como agentes de cambio debemos reactivar en términos de demandas sociales pendientes, especialmente en ámbitos de seguridad social, esto es, Salud, Pensiones, Vivienda y otras condiciones para una vida digna.
Sin duda que dentro de este escenario la tarea no es fácil, puesto que sabemos que son luchas desgastadoras que muchas veces no permiten avanzar como quisiéramos. Sin embargo, y por lo mismo, también son luchas irrenunciables, que deben ser abordadas con la misma convicción de siempre, por una salud pública digna, universal y de calidad, con derechos laborales para sus trabajadores/as en el marco de un país más democrático, justo, diverso y tolerante. Lograr cambios de fondo para conseguir mayores niveles de justicia social ha sido siempre una tarea enorme, puesto que se deben enfrentar fuerzas muy poderosas a todo nivel, que son las que manejan y controlan la situación a su favor y en beneficio propio a costa de millones de chilenas y chilenos. Conseguir avances puede significar años, décadas, de lucha, siempre con el riesgo de retroceder en estas conquistas.
Para ello, es imprescindible la articulación y el trabajo conjunto con otros gremios, tal como lo hemos venido haciendo como parte integrante de la MSP, ya que es en esta unidad en la que fortalecemos estas luchas. Del mismo modo, resulta también fundamental el avance de los temas pendientes en mesas de trabajo con el gobierno que den frutos y no reuniones estériles en las que se sigan estancando aquellas materias que son relevantes para el trabajo decente de nuestros y nuestras profesionales de la Salud, las que abarcan las condiciones laborales que son fundamental para el fortalecimiento de la Salud Pública y una buena atención a los millones de chilenas y chilenos que se atienden en ella. Desafíos que nos impulsan a seguir creciendo y luchando por estos objetivos, que son los de todos y todas que demandamos la garantía de derechos sociales fundamentales y que, hasta ahora, aún siguen desprotegidos y a merced de un sistema que pretende seguir manteniéndolos como mercancías, sin un acceso universal a ellos, sino restringiéndolo solo a quienes puedan pagar por ellos.
Las próximas elecciones presidenciales se llevarán a cabo a fines del 2025, por lo que este año estará marcado por las campañas políticas en donde cada candidato deberá definir de manera clara posiciones frente a aquellos temas que siguen pendientes con la ciudadanía y que, más allá de la seguridad, también tienen que ver con seguridad social, con la situación critica en la que se encuentra la Salud Pública de Chile y que se ha expresado en los miles de personas fallecidas producto de las listas de espera, en la crisis hospitalaria que afecta a diversos recintos asistenciales en todo el país en donde se atienden millones de chilenos y chilenas, entre otros temas que como agentes de cambio debemos poner sobre la mesa marcar presencia en las calles para exigir que sean incorporados en las agendas de campaña.